Tuesday, July 24, 2007

La Revista de literatura SESAM nos envía datos excepcionales de uno de los descubrimientos arqueológicos más extraordinarios de todos los tiempos.
HEINRICH SCHLIEMANN nació en 1822 en un pueblo de Alemania, cercano a la frontera polaca. Su padre, un clérigo protestante muy pobre, le regaló en la Navidad de 1829 la Historia Universal Ilustrada, de Jerrers, entre cuyas láminas aparecía un dibujo de Troya en llamas, con un Eneas llevando a su hijito de la mano y a su padre cargado a la espalda. Esta imagen quedaría grabada en la mente del pequeño Heinrich, que cuando supo que nadie podía señalar con un dedo en el mapa a la antigua ciudad, habría respondido muy suelto de cuerpo: “Yo la encontraré cuando sea grande”.
Se sabe que la miseria lo obligó a dejar la escuela y que después, siendo dependiente de un almacén, un molinero borracho le recitó trozos de La Ilíada, cuya sonoridad lo fascinó, pese a que la ciencia pretexte y proteste de que el alcohol nunca produce un Enrico Caruso y aunque el pobre Schliemann nada entendiera de griego por entonces.
En 1841 se marchó a Hamburgo y tras embarcarse como grumete a Venezuela, logró recibirse de náufrago, cosa que enseguida lo decidió a dejar de jugar a Simbad el marino y mucho antes de que se cumplieran mil y una noches. Un amigo lo recomendó a una compañía de comercio internacional en Amsterdam, empleo más que aburrido, pero por lo menos no tan hundible.
Con la idea de progresar en su trabajo, comenzó a estudiar idiomas. En sólo un año aprendió inglés y francés, y al siguiente: holandés, portugués, italiano y español (un verdadero escándalo para cualquier escolar moderno que se precie). En 1844 aprendió ruso con ayuda de una vieja gramática, un diccionario y una mala traducción del “Telémaco”, libro que le leía a un pobre judío que nada entendía de ruso, pero que permanecía inmóvil en su silla con tal de cobrar sus cuatro francos semanales. Al mes y medio ya se hacía entender por los mercaderes rusos que asistían a las subastas de índigo en Amsterdam, y el pobre judío posiblemente debió buscarse otro trabajo.
En 1846 marchó como agente comercial de su empresa a San Petersburgo y un año más tarde fundaba en esta bella ciudad su propio negocio de índigo. En pocos años logró reunir el primer millón. Para entonces ya era ciudadano honorario de todas las Rusias, juez de comercio en la ciudad fundada por el zar Piotr, y gozaba de la alegría de estar muy mal casado con una aristócrata rusa, más fría que su largo invierno.
En 1850 reunió su segundo millón al instalarse en California y fundar un banco aurífero en medio de la fiebre del oro. Por aquel tiempo ya era recibido por el presidente norteamericano, no necesariamente por sus dotes intelectuales ni tampoco porque al yanqui le interesara mucho La Ilíada.
En 1853 consiguió el tercer millón (Herr Heinrich hacía cosas así) traficando durante la guerra de Crimea. En 1854 aprendió sueco y polaco, aunque siempre postergaba el estudio del griego: sabía que en cuanto lo aprendiera, su viejo amor lo llevaría a dejar los negocios para buscar Troya. Entretanto, y como para distraerse, incrementó aún más su fortuna traficando durante la guerra civil norteamericana (nunca falta quien cuenta billetes, mientras los demás cuentan bajas).
Por fin, y como gentileza a esta biografía, en 1863 se retiró del comercio y se dispuso al estudio serio del griego y de La Ilíada. Por esa época se despidió de la aristócrata rusa, matrimonio que había resultado un desastre, y solicitó a varios amigos que le enviaran fotos de jóvenes griegas (feas, abstenerse). Así conoció a la fiel y hermosa Sophie Engastrómenos, con quien se casó en 1869. De ella tuvo dos hijos, Andrómaca y Agamenón (¿qué otros nombres hubiera podido darles?) y fue feliz hasta su muerte (o no; a decir verdad, no lo sabemos), acaecida en Atenas en 1890. En el ínterin, encontraba Troya (en 1870), y como los tozudos “sabios” de su tiempo insistían en no creerle, descubrió de paso Micenas, la ciudad de Agamenón Atrida, Orcómeno y Tirinto, pero esto será objeto de otro número.
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