Magnífico momento de la escuela de fútbol
Me crucé un Sábado con Aldo Massaro, buen aporte para “Club Italiano la revista” por sus opiniones permanentes, y recibí su reclamo:”-¿Para cuándo algo de los chicos? Siempre voley viejo-”. Claro, su nieto juega a la pelota en la escuela de fútbol que dirige en nuestra sede social Carlos Alderete, y es uno de los casi 30 “bajitos” que corren como locos detrás del balón los jueves y sábados. Este no es un dato menor, ya que, acompañados por sus padres, estos chicos le dan un marco simpático y muy concurrido al salón de Estrada 644. Se divierten y aprenden a jugar al fútbol. El “profe” los ubica en la cancha, les enseña a parar la pelota y establece una interesante disciplina de entrenamiento, que incluye trote alrededor de la cancha, movimientos de gimnasia básicos y trabajos de relajación al final de la clase. Los chicos, obedientes, hacen todo al pie de la letra determinada por Alderete. ¡Bah! Todos menos Lorenzo, el más chiquito y el más rebelde, “chocho” de estar en la cancha, en la que deambula y saluda a los papás, público privilegiada que acompaña el rato. Pero la mayoría se lo toma muy seriamente. Como Bruno, gran profesional. Voluntarioso, potente y lúcido, va a todas las pelotas como si fuera la última. Puede jugar en cualquier sector del perímetro de juego, incluso en el arco. Los partidos son a todo o nada. No se dan ventaja. Con la inocencia y la honestidad de la infancia. Una actividad digna para proyectarla en el tiempo: Chicos creciendo haciendo deporte.
PABLO SPERDUTI
NOTA PUBLICADA EN "CLUB ITALIANO la revista" DEL MES DE JULIO.
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