Para los amantes de la historia del deporte, aquì les dejo el primer trabajo sobre el tema, producto de una investigaciòn que me tocò hacer hace algunos meses. Seguirè ampliando el material en pròximas entradas.
LOS JUEGOS OLÌMPICOS DE LOS ANGELES (1932)
LA SITUACIÓN EN LA ARGENTINA
En 1930 se iniciaba, con el primer Golpe de Estado de nuestra historia (el derrocamiento de Hipólito Irigoyen) el proceso conocido como la “Década Infame”, caracterizada por el retorno al poder del Partido Conservador, la vuelta del fraude electoral en dimensiones alevosas y colosales y la corrupción económica y administrativa llevada adelante sin disimulos por parte de los dirigentes de la época. Ejemplos ineludibles de esta situación son:
- El Pacto Roca- Runciman, cuyo acalorado debate provocó el asesinato del Senador Bordabehere en plena Cámara Alta.
- La intervención de las provincias, para eliminar a los gobiernos opositores.
- La cesión de la explotación de la Corporación de Transportes a capitales ingleses, a cambio de nada.
- La transformación del Banco Central en una empresa mixta, controlada en un 50 % por capitales ingleses.
En enero de 1932, el gobierno de facto sofocaba el intento golpìsta encabezado por los hermanos Kennedy, de Entre Ríos. En febrero, Hipólito Irigoyen recibía el indulto del gobierno militar y retornaba a Buenos Aires. Pero una supuesta sublevación radical contra la autoridad presidencial hizo que fuera nuevamente detenido y trasladado a la isla Martín García. Unos días después, finalizaba la Dictadura de José Félix Uriburu y cedía el mando al Conservador y aliado golpista Agustín P. Justo, que se había impuesto en elecciones generales en noviembre de 1931. En ellas, el radicalismo, principal fuerza política de la época, había decidido no presentar ningún candidato, debido a que su referente, Marcelo T. De Alvear, había sido vetado y obligado a irse al exterior por la Dictadura.
El gobierno Conservador dispuso la sanción de la ley del “Sábado inglés” y la creación de la Dirección Nacional de Vialidad. Además, fue creada la Confederación de Empleados de Comercio.
En esta época, las ideas nacionalistas, inspiradas en el fascismo italiano, no solo se encontraban representadas en el Ejército, sino en sectores intelectuales de gran influencia en la época. El grupo que apoyó a José Félix Uriburu en el Golpe de 1930, al que también adhería Leopoldo Lugones, condenaba la inmigración masiva de europeos, a la que creían responsable de la difusión de las ideas anarquistas y socialistas, así como de la alteración de las buenas costumbres. Era este el llamado nacionalismo de derecha. Por otra parte, Raúl Scalabrini Ortiz, Arturo Jauretche y Homero Manzi desarrollaron una tendencia antiimperialista británica.
En el aspecto económico, el fin del Modelo Agroexportador (provocado por la crisis mundial de 1929) dio lugar a cambios muy profundos. Comenzó el Proceso de Industrialización por sustitución de importaciones, caracterizado por el desarrollo industrial, en el que el Estado se convertía en el impulsor de la inversión y proteccionista de la economía, de acuerdo a las ideas que propugnaba John Maynard Keynes, con el llamado “keynesianismo” o “Estado de bienestar”. Esta fue la solución que se había encontrado a la crisis, ya que tuvo un importante impacto social. Comenzó a disminuir la desocupación, lo cual resultó atractivo para muchos pobladores de las provincias mas pobres, que comenzaron a migrar hacia los centros urbanos del Litoral y la Pampa húmeda, en especial , Buenos Aires. Las condiciones de vida de los obreros mejoró progresivamente a lo largo de la década del `30. Pero no significó esto una solución de fondo. La difusión de las llamadas “villas miseria” comenzó a manifestarse en esta década.
1932 fue el año del estreno de la película “Tango”, de Luis Moglia Barth, que dio origen al cine sonoro en la Argentina. En el histórico film actuaron, entre otros, Tita Merello, Libertad Lamarque, Luis Sandrini y Pepe Arias.
EL CONTEXTO HISTÓRICO INTERNACIONAL
En 1932, en el mundo se estaban manifestando las consecuencias de la crisis económica mundial de octubre de 1929, provocada por el crack bursátil de la Bolsa de Valores de Nueva York y que había finalizado con la llamada “euforia económica” de los años ´20. En ese período, la economía estadounidense había experimentado un notable desarrollo y sus capitales financiaban la reconstrucción de la Europa de la primera posguerra. Sin embargo, esta brillante reconstrucción, ocultaba algunas debilidades. En Estados Unidos de tendía a la producción masiva de todo tipo de bienes, estimulando todos los mecanismos publicitarios para venderlos y recurriendo al crédito sin temor y sin garantías. De esta manera, se estaba creando un sistema económico demasiado sensible a las fluctuaciones del consumo. Al producirse esos cambios, La Bolsa se derrumbó y el mundo ingresó en la peor crisis económica del siglo XX.
Solo en los Estados Unidos, durante este proceso, conocido como la “Gran Depresión”, cerraron 6.000 bancos, los precios de los bienes duraderos se redujeron en un 32%, el índice de desocupación trepó de los 8 millones de 1931 a los 15 millones de 1932, año en que ya habían cerrado 90.000 empresas y la renta per cápita había descendido a la mitad de la de 1929. En ese 1932, comenzaron a verse los primeros signos de recuperación, al transformarse el Estado en proteccionista de su economía, y principal impulsor de las inversiones, profundizadas por el Plan Económico implantado por el Presidente Demócrata Franklin Delano Roosevelt, el “New Deal”, a partir de 1933, en el que prometía terminar rápidamente con la crisis económica y social.
En Europa, la crisis repercutió inmediatamente. Se retiraron las empresas y los capitales norteamericanos que sustentaban su reconstrucción. La crisis de la producción industrial y del comercio provocó la pérdida de importantes mercados. En 1931, Gran Bretaña tenía la carga de 3 millones de desocupados, suspendió la convertibilidad de la libra y abandonó el patrón oro, lo que implicó una devaluación histórica de su moneda, del orden del 30%. Francia logró resistir los primeros embates de la crisis, pero sucumbió en 1932, año en que se incrementó notablemente el número de huelgas, se cerraron industrias y los precios se derrumbaron. Recién en 1938 comenzaría su recuperación.
La peor parte le tocó a Alemania. El tratado de Versalles, que había puesto fin a la primera guerra mundial, determinó que Alemania compensara a los vencedores con las reparaciones de guerra. Destruida y en la ruina, recibió créditos de parte de Estados Unidos para afrontar esta obligación, acuerdo conocido como “Plan Dawes”. Pero el sistema se vino abajo. En 1932, solo en Alemania había 6 millones de desocupados. La salida fue la denuncia de las reparaciones de guerra, el cierre al ingreso de capitales extranjeros y la implantación de un régimen autoritario, capaz de organizar la economía desde el Estado. En este sentido, el Partido Nazi de Adolf Hitler, encabezaba el reclamo y, en 1932, se convirtió en la fuerza política más importante del país, ocupando 230 de los 608 escaños del Parlamento. Ese año, los efectos de la crisis se manifestaron con todo su vigor, y los actos terroristas se convirtieron en moneda corriente, enmarcados en el enfrentamiento entre nazis y comunistas y la persecución a los judíos por parte del partido de Hitler. La situación, insostenible, provocó la decisión del Mariscal Hindenburg de proponer al líder nazi para el cargo de Canciller. Un año después, llegó al poder e implantó un régimen ultranacionalista y racista, que sembró el terror durante más de una década en toda Europa.
El desastre económico de la Bolsa de Nueva York hacía temer por la organización de los Juegos Olímpicos de 1932, que debían realizarse en Los Ángeles. Pero, si bien la situación no se encontraba resuelta, se notaba una cierta mejoría en la economía. Los norteamericanos construyeron una Villa Olímpica llamada “Baldwin Hills”, en una ladera cercana a la ciudad de Los Ángeles, con chalets prefabricados muy confortables para los hombres y hospedaron a las mujeres en hoteles. Brindaron excelentes servicios a los atletas (lavandería, transporte, comida) que nunca antes habían estado disponibles para ellos en ninguna edición anterior. El responsable de la cuidada organización de los juegos fue William May Garland, que logró el apoyo de capitalistas industriales y políticos. Se realizó una importante campaña de promoción en los Estados Unidos, que incluyó la colaboración de grandes estrellas del cine de la época, como Douglas Fairbanks, Charles Chaplin y Gary Cooper. Esto dio como resultado un superávit de 1 millón de dólares, cifra inédita hasta ese momento para los Juegos. La afluencia de gente a los estadios fue muy importante, tanto en el Estadio “Colliseum”, construido para la ocasión , con capacidad para 105.000 espectadores, como en las instalaciones donde se disputaban las competencias de natación. Se iniciaba la época de las inversiones monumentales para este tipo de eventos.
Se redujo el número de participantes, como sucedía cada vez que los juegos se desarrollaban en Estados Unidos, por la carestía o las dificultades para viajar de los equipos europeos. Asistieron 38 países, 1331 atletas, (127 mujeres), que participaron en 14 deportes y 117 competencias.
Las novedades fueron:
- Las transmisiones radiales llegaron a todo el mundo.
- Por primera vez, la llama olímpica se mantuvo encendida durante la duración de los juegos.
- La filmación de la llegada a la meta de los atletas en las carreras.
- La utilización del podio para la ceremonia de entrega de medallas.
- El izamiento de la bandera del país del ganador de las competencias.
- Se establece el límite de participación a 3 atletas de cada país por deporte.
Como anécdota se puede mencionar que los atletas pasaban su tiempo libre mirando las películas de Hollywood.
Los californianos ofrecieron una ceremonia inaugural de gran esplendor, con la intervención de 300 músicos y 150 vocalistas. Es considerada como una de las más espectaculares de todos los tiempos. Los Juegos se desarrollaron desde el 30 de julio al 14 de agosto.
A pesar de que en Estados Unidos regía la “ley seca”, Italia y Francia pidieron una excepción, aduciendo que el vino era parte esencial de su dieta. Los brasileños se trasladaron a Los Ángeles en un barco que cargaba varias toneladas de café, que fueron destinadas a la venta para solventar los gastos de la delegación.
LA ACTUACIÓN INTERNACIONAL
Por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos, una mujer logró convertirse en gran figura . Se trató de Mildred “Babe” Didrickson, que obtuvo la medalla de oro en los 80 metros con vallas (11.7), lanzamiento de jabalina (43.68), con récord mundial incluido en ambas pruebas, y la presea plateada en salto de altura (1,65 mts.), donde igualó con la ganadora, Jean Shelley, que saltó aplicando una mejor técnica, según argumentaron los jueces. Luego de los juegos, Didrickson se transformó en golfista profesional, obteniendo el récord de 14 títulos consecutivos, antes de morir por un cáncer. Se la considera como la atleta más grande de la primera mitad del siglo XX.
Otra excelente actuación femenina fue la de la nadadora norteamericana de 19 años Helen Madison, quien se impuso en la pruebas de 100 metros libres, 400 libres y participa en los 4 x 100 libres.
Los atletas negros comienzan a dominar las carreras de velocidad. Los norteamericanos Tolan y Metcalfe igualan el primer puesto en los 100 metros llanos con un tiempo de 10.3 segundos. El título olímpico fue otorgado al primero, ya que los jueces argumentaron que por ser el mas delgado habría cruzado antes la meta.
En 3000 metros con obstáculos se vivió una situación insólita. Los jueces hicieron correr 460 metros de más, pero dieron la victoria al atleta que encabezaba el pelotón en la distancia preestablecida.
Los japoneses, por su parte, presentaron una delegación muy numerosa. Fueron los grandes triunfadores de la natación, al obtener 5 de las 8 medallas. Además, resultaron ser los favoritos de público norteamericano, por su educación y amabilidad. En la historia quedó grabado el nombre del niño japonés Katsuo Kitamura, de 14 años, quien consiguió una medalla de oro en natación y se convirtió en el varón más joven en triunfar en los juegos olímpicos. Años después, sería el representante de su país en la Organización Mundial del Trabajo. En 400 metros libre, obtiene la medalla dorada Clarence “Búster” Crabbe, quien más tarde sería protagonista de la serie “Tarzán”, e interpretaría a otros famosos personajes como “Buck Rogers” y “Flash Gordon”. Como espectador se encontraba otro estupendo nadador y futuro protagonista de la serie “Tarzán”, Johnny Weismüller.
Son interesantes de mencionar algunas anécdotas que tuvieron lugar en Los Ángeles 1932. La atleta polaca Stanislawa Walasiewicz se impuso en los 100 metros llanos femeninos. Pero cuando murió, en 1981, la autopsia realizada a su cuerpo reveló que, en realidad, era un hombre. Por otra parte, la esgrimista Judy Guinnes avisó a los jueces que no tocó a su rival en la final de la especialidad, por lo que perdió la medalla de oro, pero protagonizó una de las escenas de juego limpio más puras de la historia del deporte. Por último, en el contexto de la espectacularidad de las carreras atléticas, compitió el primer atleta olímpico chino de la historia: Cheng-Chun-Liu, quien terminó último en los 100 y 200 metros. Los chinos comenzaron su historia olímpica en estos Juegos, tomando parte en 116 eventos.
El colosal atleta finlandés, Paavo Nurmi, ganador de nueve medallas olímpicas, fue descalificado de los Juegos por ser considerado profesional. De esta manera, junto al piel roja norteamericano Jim Thorpe (descalificado en Estocolmo 1912 por la misma razón), se convirtió en el gran destronado de la historia de los Juegos Olímpicos. Hoy, una estatua suya, se encuentra en la entrada del museo Olímpico de Lausana, en Suiza.
El Torneo de Waterpolo se caracterizó por la violencia de los deportistas (especialmente los norteamericanos) y por los desagravios recibidos por los jueces de parte de la afición local, muy disconforme con sus decisiones. El vencedor fue Hungría, seguido por Alemania y Estados Unidos.
En el equipo australiano de esgrima participó Erroll Flynn, quien, años más tarde, se transformaría en uno de los más grandes actores de Hollywood.
Por primera vez en la historia de los Juegos los jueces cambian el resultado de una competencia tras observar el “foto finish” de la llegada en la final de los 110 metros con vallas. Allí, el tercer puesto había sido otorgado al norteamericano Jack Keller, pero finalmente se confirmó a Donald Finlay. En lanzamiento de jabalina encontramos un curioso caso de familia; el ganador de la competencia fue Matti Järvinen, hijo del primer ganador olímpico finlandés, Verner Järvinen (en lanzamiento de disco). Además, participaron otros dos hijos de Verner.
La clasificación y puntuación general fue encabezada ampliamente por Estados Unidos, seguido por Italia y Francia.
El mundo asistía a una nueva era del entrenamiento deportivo, caracterizado por la disciplina aplicada a la preparación física, los estudios científicos puestos al servicio de atletas y entrenadores y la gran especialización que todo esto provocó. La selección de talentos y el esfuerzo casi sobrehumano dedicado a los entrenamientos pasaron a ser requisitos indispensables para competir en los Juegos Olímpicos. El resultado fue extraordinario: se batieron 16 récords mundiales y 30 récords olímpicos.
LA ACTUACIÓN ARGENTINA
La Argentina presentó una delegación de 36 deportistas. El abanderado fue el gran nadador Alberto Zorrilla, quien protagonizó un conflicto con los dirigentes argentinos. La situación financiera era muy difícil. Para los gastos de regreso al país, se debieron pedir fondos a Buenos Aires.
En los Juegos Olímpicos de 1932 el deporte argentino concretó una de sus mayores hazañas: el atleta Juan Carlos Zabala obtuvo la medalla de oro en el Maratón, estableciendo un nuevo récord olímpico. Desde hacía unos años, “Zabalita”, como se lo conocía, era considerado uno de los mejores fondistas del mundo. Ya en noviembre de 1931, había quebrado el récord mundial de los 30 kms., con un tiempo de 1h, 42`, 30``. En Los Ángeles se consagraría como el primer ganador de maratón olímpico de habla hispana, después de disputar una carrera durísima. El argentino se mantuvo en la punta de la competencia durante los primeros 30 kms., salvo en un breve lapso, superado por el mexicano Margarito Baños. Pasada esa distancia, los finlandeses se sumaron a la disputa con ataques permanentes, encabezados por Armas Toivonen, (quien obtendría la medalla de bronce) pero pagarían muy caro su esfuerzo. En el kilómetro 38, Zabala quedó otra vez primero, entrando así en el “Colliseum” e imponiéndose con un tiempo de 2h, 31`, 36`` al británico Sam Ferris, que llegó a 19 segundos. La victoria del argentino fue agónica, ya que debió ser asistido al superar la meta. El reglamento no permitía la participación de atletas menores de 20 años, y Zabala contaba con solo 19 al largarse la carrera. Pero una gestión del Presidente Agustín P. Justo permitió que fuera parte de la prueba presentando un documento falsificado.
La delegación argentina obtuvo otras dos medallas de oro y una de plata, todas en boxeo. Santiago Alberto Lovell logró el triunfo en la categoría pesado, luego de vencer sucesivamente al finlandés Bartlund, al canadiense Maughan y al italiano Rovatti, para repetir el triunfo de Arturo Rodríguez Jurado en Ámsterdam `28.
La medalla de plata llegó de la mano de Amado Azar, representante argentino en la categoría mediano. Perdió la final del Torneo contra el norteamericano Carmen Barth luego de un fallo de los jueces considerado escandaloso por las crónicas de la época y que motivó la reprobación unánime del público. Tan destacada había sido su actuación, que Jack Dempsey le ofreció 50 mil dólares para ingresar al campo profesional estadounidense, oferta que rechazó.
En categoría Pluma, la medalla de oro fue para Carmelo Robledo, quien la obtuvo tras vencer en forma sucesiva a un irlandés, un sueco y un alemán.
Junto a Estados Unidos y Sudáfrica, Argentina fue el país más destacado en Boxeo que, además, es el deporte que más medallas olímpicas dio al país.
En natación, se destacaron los integrantes de la posta 4x200 libre, quienes lograron el récord argentino y sudamericano con un tiempo de 10:13:10, ocupando el sexto puesto en la final. En salto en largo, Héctor Berra obtuvo el 7º puesto, Federico Kleger fue 6º en lanzamiento de martillo, el boxeador de peso gallo Carlos Alberto Pereyra terminó 5º, el esgrimista Roberto Larraz fue 7º en florete individual y Julio Juaneda fue 6º en levantamiento de pesas categoría mediano.
La mala situación financiera de la delegación argentina se manifestó en el conflicto que mantuvo el nadador Alberto Zorrilla con los dirigentes argentinos. El deportista pidió que se le abonaran los gastos de traslado y entrenamiento, pero sus reclamos no prosperaron. Incluso, no se presentó a competir en los 400 metros libre, que había obtenido en Ámsterdam ´28. Finalmente, se retiró de la Villa Olímpica y rompió relaciones con las autoridades del Comité Nacional, y explicó que fue una enfermedad la que no le permitió intervenir en la competencia.
TANOPERIODISTA
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