LAS DROGAS EN LA COSTA ATLÁNTICA
Navegando por Internet encontré un informe publicado por el "Diario Popular" y escrito por Sergio Tomaro, de quien ya publiqué, anteriormente, un informe sobre el consumo del "paco" en el Gran Buenos Aires. El material tambié fue enviado a mi casilla de correo por el diputado del ARI Sebastián Cinquerrui.
Debo decir que el informe es muy real. El consumo de drogas llega a niveles insuperables durante la temporada de verano en la Costa Atlántica. Si aquellos que veraneamos en balnearios como San Bernardo, Pinamar, Villa Gesell, Mar del Plata, por mencionar a los más concurridos por los jóvenes, somos observadores de las conductas de mucha gente, nos podemos dar cuenta de que hay actitudes que escapan a los parámetros normales de la conducta humana. Conductores enloquecidos haciendo luces al que va adelante suyo para pasar en la Avenida Chiozza de San Bernardo a las siete de la tarde (no entra un alfiler en quince cuadras),
adolescentes en cuatriciclos que, a velocidades desmesuradas, cruzan calles muy transitadas sin mirar, grupos de jóvenes insultando al aire en forma desaforada a nadie (perdón, a alguien, a Ríver, Boca, Tigre, Chacarita, judíos, bolivianos, negros, etc.), varones desnudos caminando por la calle durante las madrugadas, alcohólicos que, después de tomar, dejan las botellas o cartones de vino tirados en la playa, y otras muchas cosas más, son habituales en la Costa Atlántica, en la que fui testigo de ver a un grupo de chicos (el más grande tendría quince años) caminar con bolsas de un conocido supermercado, llenas de botellas de cerveza, por el medio de una calle lateral, sin la menor intención de correrse para que pasen los autos, y a ¡doce cuadras del supermercado!, lo que constituye un verdadero sacrificio (¿harán esos mismos chicos un esfuerzo parecido para estudiar y ser mejores personas?). Escenas como ésa se repiten todo el tiempo, relacionadas o no con las drogas, pero que es necesario destacar. A los que tenemos familia y tenemos ganas de pasar un verano tranquilo, nos conviene mirar para otro lado. Pero algo nos pasa. El futuro es más negro de lo que parece.
DIARIO POPULAR, 31 de diciembre de 2006
Extasis, marihuana y paco en la costa
Temen peligroso aumento de la oferta de drogas
Por SERGIO TOMARO
Drogas de diseño como el éxtasis y la ketamina, por ejemplo, marihuana que para algunos será la “vedette” de la temporada, y paco en su versión de droga de inicio para adolescentes de sectores medios, sin dejar de lado la cocaína, conforman panorama de las drogas de cara al verano en el cual especialistas en el tema anticipan “una oferta mayor” a la registrada el año pasado en los principales centros turísticos de la costa atlántica.
La tendencia “en aumento” de la oferta de drogas que se viene dando en las últimos temporadas volverá a imperar en los centros de esparcimiento y diversión nocturna de los lugares de veraneo del litoral bonaerense, donde los críticos de esta realidad censuran la falta de respuestas efectivas del estado para contener el flagelo.
Una muestra de lo que puede resultar el verano en la costa, por caso, la aportó el presidente de la Asociación Antidrogas de la República Argentina (AARA), Claudio Izaguirre, para quien lo observado en algunos de los balnearios de la zona atlántica en la reciente celebración de la Navidad -en la que hubo una importante afluencia turística- le asigna ribetes preocupantes a lo que puede suceder en los próximos tres meses.
Panorama dantesco
Izaguirre destacó que en Mar del Plata, la madrugada navideña “puso en las calles a chicos de hasta 14 años drogados y borrachos”, en el marco de una situación que definió como “dantesca” y que a su criterio “se repetirá en el festejo del Año Nuevo y a lo largo de todo el verano”.
Las razones por la cuales las adicciones tienen rienda suelta en la costa esgrimidas por Izaguirre reconocen ponderan que “quienes ofertan la droga tienen libertad de acción” y por eso el vaticinio del presidente de AARA es desalentador: “hubo descontrol en Navidad y también lo habrá durante todo el verano”. “La policía prefiere no inmiscuirse en los temas relacionados a la droga porque no cuenta con el respaldo de los jueces y en el criterio de algunos jueces los chicos durante el verano van a recrearse como si la droga fuera un recreativo, sin reparar que en rigor es el principio de una vida de destrucción y muerte”.
Respecto a las drogas que acapararán el cuadro de honor de las adicciones esta temporada en la costa, Izaguirre sostuvo que “las drogas de diseño estarán a la orden del día” y citó entre ellas a la ketamina -la opción más accesible por su costo-, el éxtasis y el poppers.
Lo que se viene
Según Izaguirre, las dos últimas son sustancias “caras en el mercado” pero que tienen su público con un nivel de ingresos acorde. Pero además, apuntó, hay esfuerzos económicos de parte de aquellos que tienen deseos de consumirla aún la complejidad de su costo. También dijo que pastillas inocuas “pintadas” con ácido lisérgico y que los “dealers” venden como éxtasis se sumarán a la oferta “creciente” de droga que tendrá la costa atlántica este verano y a la que “por supuesto -subrayó- hay que añadirle cocaína y marihuana”.
Por último, Izaguirre hizo referencia al paco que como droga de los pobres “escalará este verano unos peldaños en la escala social y profundizará su anclaje ya iniciado en la clase media”, al tiempo que reiteró que lamentablemente “la costa estará inundada” de estas sustancias que “serán vendidas -concluyó- “con descaro”.
EL PACO ES EL QUE MANDA
En otro orden, el diputado Sebastián Cinquerrui destacó que a su modo de ver la “vedette” de la temporada será la marihuana y apuntó que el paco, cuyo consumo está en franco crecimiento de tres años a esta parte, “tendrá como característica el operar como droga de inicio por la sencilla razón que por su oferta, estará disponible antes que otras drogas”.
Para el legislador, este verano habrá que “estar atento” a las drogas sintéticas que “son de fácil distribución pero brutales” como la ketamina con los problemas cardíacos que puede traer aparejados, a la vez que consideró que el éxtasis “está reducido a determinados grupos caracterizados por su poder económico”.
No es un problema de temporada
El miembro del Instituto Científico de la SEDRONAR, Roberto Baestrocchi, señaló que el problema de las adicciones en los jóvenes no es sólo una cuestión centrada en lo que pueda ocurrir en temporada de vacaciones, sino que se enmarca en una cuestión de mayor alcance que requiere no sólo un abordaje médico y psicológico, sino también de un enfoque sociológico y político. Baestrocchi dijo a este diario que “hablar de las drogas en el verano puede inducir a grandes errores porque no es lo mismo abordar la problemática desde el lado de los adultos que de los niños y los adolescentes, ni tampoco es igual hablar de adicción al alcohol o a la cocina”.
El especialista, que es profesor titular de Farmacología de la Universidad Barceló, encuadró el tema de la adicción del adolescente en las vacaciones en el caso del joven que “liberado” de las responsabilidades de la escuela”.
“Cuando uno habla de los riesgos de los adolescentes se para frente a lo que puede pasar con un chico modelo que llega al lugar de veraneo o inicia la etapa de ocio de las vacaciones y experimenta tentaciones y acercamientos hacia la adicción.”
Falta una acción preventiva
El presidente de la Comisión de prevención de Adicciones de la Legislatura bonaerense, Sebastián Cinquerrui, señaló que si bien no hay datos oficiales en lo que refiere a la incidencia de las drogas en el verano, su apreciación es que la oferta y el consumo “se va a incrementar como consecuencia directa de no haber una tarea de prevención” a nivel estatal. Cinquerrui consideró que “en el verano vamos a sufrir por lo que no se hizo con política preventiva” y apuntó que en todo caso, “el crecimiento del consumo termina siendo funcional al estado represor que busca hacer desde la policía y la justicia acciones que reporten sólo más número para estadística”.
“Si socialmente se sanciona el aumento del consumo de drogas pero se deja en libertad de acción para que hay más oferta y por ende mayor consumo -dijo el diputado provincial por el ARI- se genera una situación de complejidad para la cual se envían refuerzos policiales a las zonas en cuestión”.
En ese sentido, Cinquerrui indicó que el envío de fuerzas policiales a cumplir con esas tareas de represión termina desguarneciendo otras zonas”, y puso como ejemplo lo que ocurrió en 2004 “cuando se sobredimensionó el operativo montado en la costa y se desatendió el Norte del conurbano donde se produjeron una gran cantidad de ilícitos”.
Al ahondar en ese concepto, el diputado arista aseguró que de esa manera “la droga se convierte en un elemento funcional al delito y que termina beneficiando a sectores interesados en dejar hacer”.
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