¿ DEBE IMPONERSE LA DEMOCRACIA POR LA FUERZA?
La presencia de las tropas norteamericanas en Irak permite reflexionar de varias formas. Una de ellas nos lleva a hacernos una pregunta tomando algunas de las frases textuales del presidente de Estados Unidos, George Bush, en relación a la necesidad que tienen los iraquíes de vivir en democracia luego de la extensa y opresora dictadura de Sadam Hussein, el malvado y ahorcado ex-líder del país de Medio Oriente. Concretamente, ¿Debe imponerse el régimen democrático, uno de los fundamentos teóricos de la globalización mundial, mediante el uso de la fuerza?.
La invasión a Irak, según las estimaciones de la Cruz Roja internacional y algunas ONG, ya causó la muerte de aproximadamente medio millón de civiles y la destrucción casi total de las principales ciudades del país petrolero. Los principales aliados de Estados Unidos sufrieron ataques terroristas en sus propios países (los más recordados son los que se produjeron en Londres y Madrid) y la debacle de los líderes que acompañaron el accionar bélico (José Luis Aznar Y Tony Blair sufrieron las consecuencias directas). Incluso, el propio Bush perdió el gran apoyo que tenía de su propio pueblo luego del anuncio de la Invasión en 2003, y perdiendo en las últimas elecciones legislativas la mayoría en la Cámara de Senadores. No parece positivo el uso de la violencia para establecer democracias en países que no la tienen, ni siquiera para los líderes que toman las decisiones con ese propósito.
En el Senado norteamericano se formó una Comisión integrada por demócratas y republicanos que rechazó la decisión de George Bush de enviar 21.500 soldados más a Irak con el objetivo de "contribuir a establecer la paz en Oriente". Es decir, ni siquiera les hizo caso a los miembros de su propio partido, así como le había dado la espalda a la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que rechazaba de plano el envío de tropas a la zona del Golfo Pérsico. Cabe preguntarnos, tristemente, por un lado, ¿para qué existe la ONU?, si su carta fundacional se sustenta en el mantenimiento y defensa de la paz mundial. Por otro lado, la pregunta es: ¿Cuál es el real objetivo del envío de 21.500 soldados decidido por Bush (desertor en la guerra de Vietnam)?. Esto tendría una historia relacionada con otro gobierno republicano y otra guerra perdida. Durante el primer mandato de Richard Nixon (1968-1972) hubo un envío de tropas a Vietnam cuando la guerra ya estaba perdida. Eran unos 5.600 marines. El objetivo era asegurar Camboya alejando a la guerrilla de la ciudad, pero sin frenar el caos en el resto del territorio. Con esto, la retirada de las tropas estadounidenses iba a ser más decorosa, y le permitiría al mismo Nixon ser reelegido en 1974. En la actualidad, las cosas no cambian demasiado. El nuevo envío de soldados intentaría pacificar Bagdad y, una vez logrado eso, comenzar con el retiro progresivo de las tropas. Eso si: antes de las elecciones presidenciales. ¿Por qué menciono esta relación? Días atrás, Henry Kissinger, uno de los que más insistió en la profundización de la guerra de Vietnam y miembro del gobierno de Nixon, visitó la Casa Blanca convocado por el Presidente.
Los que defendemos los valores de la democracia nos volvemos locos cuando los líderes de los países más ricos ponen como pretexto la imposición de ese sistema de gobierno para justificar las guerras que usan como negocios. Ya no les cree nadie. Y menos en la guerra contra Irak, en la que el petróleo le quita el sueño a buena parte de Occidente.
TANOPERIODISTA
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