Thursday, October 26, 2006

GRANDES DEPORTISTAS DE ESCOBAR

DANIEL CORDANI

ENTREVISTA

A.L.M.A (Asociación Libres Mil Agrupados) es una de las categorías del Turismo Bonaerense. Su nombre se refiere a que, en la época de su creación, la única categoría de competición era la de Fiat 600 llevados a 1000 centímetros cúbicos. Con el correr del tiempo, gracias a la pasión de los competidores, y a la gran cantidad de autos que se presentaban a competir, se agregaron mas categorías. Así, nacieron la de los Fiat 850, Clase 2 y Clase 3 de Fiat 128, Volksvagen Gol y otras categorías promocionales. Una de las figuras de su historia es Daniel Cordani, que compitió en la categoría de Fiat 1000, en la que obtuvo el campeonato de 1993, siendo subcampeón en 1992. Se inició en la actividad en 1978, y continuó corriendo hasta 1980, con buenos resultados. Situaciones familiares lo llevaron a un retiro temprano. Pero la pasión por la velocidad pudo mas y retornó en 1990, para lograr sus mejores resulatados.Ya retirado de la actividad, lo visitamos en su trabajo: un corralón de materiales, que es, a la vez, uno de los comercios mas prestigiosos de todo Escobar, su lugar de toda la vida.
-¿ Qué lo llevó a volver en 1990?
"En mi primera etapa era soltero. Los compromisos de la vida no me afectaban para correr. Cuando volví a las pistas lo hice porque mis chicos, que en ese entonces tenían 7 y 9 años, me empujaron a hacerlo. Pero yo tenía muchas ganas".
-¿ Quiénes preparaban el auto?
Al principio lo hacía todo yo. Tenía muy claro como armar la parte del chasis, pero el motor tuve que aprender a hacerlo. Fue un mecánico de Pilar, Lavallén, el que me enseñó a armarlo y ponerlo a punto. Todo lo demás, la jaula, la suspensión y la caja, lo hacía yo. Todo esto me gusta mucho, entonces no tenía problemas para hacerlo". Pero, desde 1990 en adelante, las cosas fueron diferentes. La familia y el trabajo absorbían el tiempo que antes se destinaba al auto. "Entonces decidí que en la segunda etapa de mi carrera no tenía interés en armar los motores y se los llevé a Lar Rubio, de Temperley, para que los prepare. Pero todo lo demás lo seguí haciendo yo". Expresa con orgullo lo que Él hace en su auto. Remarca el "YYYO" para que entienda el mensaje.
-¿El nuevo auto era el mismo de antes?
"No. compré un auto que estaba compitiendo y lo reformé".
-¿Hasta cuándo siguió corriendo?
"Hasta 1995. El año anterior había cambiado de preparador después de haber salido campeón en 1993. Pero por suerte siempre estuve peleando los primeros lugares". Parece simple como lo cuenta. Pero los que alguna vez asistimos a esas carreras sabemos lo que cuesta ganar. Empezando por la gran paridad entre los pilotos de punta y siguiendo con el gran trabajo que hay que hacer durante todo el fin de semana. "Cuando yo salí campeón asistíamos a la época de oro de la categoría. Se hacía la clasificación, tres series, dos semifinales y la final. Eso solamente en nuestra categoría. Las demás tenían una cantidad de carreras similar. Era la época de competencia mas fuerte. Así que para llegar a ganar una final había que trabajar duro".
-¿ Cuántos autos se presentaban a correr?
"Había entre 25 y 30 autos. Siempre alguno quedaba afuera en las series".
-¿Qué entidad fiscaliza el calendario de la categoría?.
"En este momento la CDA (es la comisión deportiva automovilística del ACA). Hasta hace poco tiempo teníamos nuestra propia Federación (FENAP) que tenía sede en Pilar. Pero hubo problemas económicos y políticos que hicieron que desapareciera. Hay dinero que no se rindió y parece que no fueron cuentas mal hechas".
- Ya retirado, ¿qué relación lo une con A.L.M.A?
"Ninguna en especial. Solamente acompaño a mis hijos a correr. El mayor, Ariel, salió campeón el año pasado en una de las categorías promocionales y ahora está puntero en la 850. El menor, Javier, todavía está en las promocionales y este año ya ganó tres carreras y el Gran Premio de la categoría, en la que corrimos juntos". El Gran Premio es una carrera especial que se corre todos los años. En ellas se invita a ex-corredores y a figuras de renombre del automovilismo nacional. Sobre ellas hay algunas interesantes anécdotas. "Vinieron muchos pilotos de Turismo Carretera. Ernesto Bessone, Eduardo Oyhanart, Osvaldo Morresi, Roberto Urretavizcaya, Luis Minervino, y otros mas que no me acuerdo. Incluso de otras categorías. Se quedaban sorprendidos por el rendimiento de los Fiat 600. Porque ese auto, supera tranquilamente los 200 kilómetros por hora, y en la época en que ellos venían se corría en la tierra. ¡Hay que manejar ahí! No es fácil. Además les llamaba la atención que se los podía llevar bien en la pista. Son autos que tienen muy buen "agarre". Ahora ya se corre sobre asfalto, entonces se puede manejar con mayor tranquilidad". Parece que, como tantas cosas en en nuestro deporte, todo tiempo pasado fue mejor. "Ahora los pilotos invitados pasan a ser los pilotos que estuvieron en la categoría. Vamos a correr por amistad, porque nos gusta y, en el caso mío, mis hijos están corriendo y a mi me ven siempre. Entonces la corro todos los años." Pero, a pesar de la experiencia, no es lo mismo que antes. "Correr el Gran Premio es una gran responsabilidad y una gran presión. Tengo que manejar con mucho cuidado porque me subo a un auto de carreras una vez por año. Se va perdiendo la práctica".
- ¿Dónde se obtiene el dinero para sostener el auto?
"Todo depende de la habilidad del piloto. Para lo que hacemos no necesitamos tanto presupuesto porque conocemos el tema y preparamos todo nosotros. Pero para aspirar a trascender en el automovilismo y llegar a las categorías profesionales, hay que tener varios "sponsors". Y a eso acceden pocos. Y lo hacen por saber relacionarse en el medio, o porque conocen a los propietarios de las empresas y consiguen la ayuda económica. Según tengo entendido, para poner un auto de TC en la pista hace falta no menos de $ 40.000 por carrera".
-¿ Qué corredor del ambiente salió de A.L.M.A?
Alberto Lepaille está primero en la Clase 3 de Turismo Nacional. Matías Posco, Rivadulla que corrió algunas de Turismo Internacional con un Volkswagen Vectra.
-¿ Qué opinión le merece la cuestión referida a las normativas de seguridad en el automovilismo argentino?
"Las veo muy bien. Se está trabajando mucho en el tema. Los últimos accidentes lo muestran: se "limpian" rápido las pistas después de los choques y los comisarios de carrera trabajan con responsabilidad. En mi opinión, es mas segura una carrera de autos que la calle. En una pista el piloto tiene todo señalizado. Está la ambulancia, están los bomberos, todo está preparado. En A.L.M.A tenemos muy buenas normas de seguridad. El cinturón de 5 bandas, las butacas son seguras, el desacople del piloto es rápido, hay vallas laterales, las jaulas son seguras y la velocidad promedio es menor. Puedo afirmar que los riesgos son menores".
Su paso por el automovilismo deportivo le dejó algunas enseñanzas. "En las carreras se puede aprender a respetar las normas de tránsito. Mis hijos, cuando manejan por la calle, me dicen que les resulta muy simple conducir, porque son pocas las señales que hay que respetar".
Lo dejo trabajar tranquilo. Mientras duró la entrevista postergó todas las llamadas que tenía. Quería hablar de lo suyo. De su pasión por los autos y la velocidad. Amable y considerado, me invitó a "charlar un rato mas, otro día, así conocés a los pibes (sus hijos)". Con ellos y el resto de su familia, comparten la aventura de andar rápido y compartir asado, naipes, trabajo y anécdotas, al costado del trazado de cualquier pista, con el ruido de los motores (que para ellos son susurros) sonando como música de fondo.

TANOPERIODISTA.

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