La magia de Ginóbili salvó a San Antonio
El escenario para San Antonio Spurs en la primera ronda de los playofs de la NBA no es el más sencillo. Cuando se definieron las posiciones finales de la temporada regular, los especialistas indicaron que su choque con Phoenix Suns iba a ser el más cerrado y disputado de la Conferencia Oeste. El poderío individual y colectivo de ambos conjuntos permitía aseverar el pronóstico. Y quedó perfectamente corroborado en el el primer partido de la serie al mejor de siete, en el que el equipo texano se hizo fuerte de local y obtuvo un heroico y agónico triunfo, concretado después de dos disputados tiempos suplementarios.
Se puede calificar como una victoria heroica la de San Antonio. Estuvo en desventaja durante todo el partido, e incluso llegó a estar perdiendo por 16 puntos en el segundo cuarto. Recién a 2.32 minutos del final del partido pudo ponerse en ventaja, tras un doble del pivote Thomas. Tony Parker y Emaunuel Ginóbili comenzaron siendo erráticos y no aparecían en la dimensión que se los necesitaba. Sólo Tim Duncan (40 puntos y 15 rebotes) sostuvo en carrera a sus compañeros, con una actuación formidable, que incluyó un triple convertido (el primero de la temporada) a 4 segundos del cierre del segundo periodo adicional, cuando empató el encuentro en 104. Esa jugada mostró situaciones que permiten comprender porque este deporte puede ofrecer una inagotable cantidad de sorpresas. La última posesión de pelota del periodo mencionado era para el conjunto local. Ya no estaba Parker, su base titular, y "Manu" Ginóbili condujo el balón hasta casi debajo del aro, en una de sus típicas penetraciones. Repentinamente se frenó en el centro de la llave, y asistió a Duncan en posesión de tiro de tres puntos. Su envío ingresó en el aro y provocó la explosión de todo el estadio. Una osadía por parte del técnico Greg Popovich, un aspecto que permite entender porque sus dirigidos llevan 10 años en la cúspide de la NBA, y la demostración de porque Tim Duncan es uno de los mejores jugadores de la historia de este deporte.
El final fue a puro "Manu". Pese a haber tenido una opaca actuación hasta el último cuarto, había asistido a Finley y a Duncan en los triples que igualaron los suplementarios. Tomó el balón a 9 segundos del final del tercer alargamineto, y penetró a una velocidad increíble, teniendo en cuenta que había disputado ya 45 minutos muy intensos. Por encima de la defensa rival, encestó el doble que no le daría más tiempo para reaccionar a Phoenix, y definió el pleito, demostrando que en los momentos decisivos, cuando se deciden los resultados importantes y la presión aumenta al máximo soportable, está él, el líder, uno de los hombres que ocupa el "olimpo" del deporte argentino. Esta historia sigue. Pero "Manu" sigue ganándose un lugar en la historia del básquet mundial.
TANOPERIODISTA
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