Los Incorregibles 19/12/07
Por Alberto Morlachetti
(APe).- La Filosofía de las Luces inspiró la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789. El hombre -dice Ternon- se convirtió en el lugar único del juego de las certidumbres. Redefinido como la medida de todas las cosas, fue investido de un poder reservado en otro tiempo a los dioses. Sin embargo la Razón -que venía a instaurar otras esperanzas- restituyó la irracionalidad del antiguo régimen. La “utopía de la razón” sustituye las antiguas formas por otras: reduce la barbarie para instaurar el progreso capitalista que reintroduce la barbarie. Victimiza con la pobreza a la mayoría de la población, transforma determinados ilegalismos en delincuencia, encierra a criminales sin crimen. Cuando las crónicas intentan describir el colapso de los métodos de organización social, en el marco de un sistema patrocinado por el odio, que se empeña en enfatizar la “inutilidad” social de los excluidos, sometiéndolos a drásticos procesos de encierro o de eliminación, sólo se pueden escribir dolores y detallar lugares donde pierden sentido no sólo categorías como dignidad, sino la propia idea de un límite ético. Ninguna moral puede albergar la pretensión de dejar fuera de su ámbito la mayor parte de lo humano, dice Agamben.
Simón Rodríguez -ilustre maestro de Simón Bolivar- escribía controversialmente en el siglo XIX: “Todos saben que lo que no se alimenta no vive; pero no todos conocen las relaciones entre lo físico y lo moral y muy pocos consideran el imperio de las primeras necesidades = el HAMBRE convierte los crímenes en actos de virtud, por la obligación de conservarse”.
-I-
Durante la asunción del nuevo jefe de la policía bonaerense, el Ministro de Seguridad, Carlos Stornelli, con ese estilo “memorándum” que caracteriza a las fuerzas de seguridad anunció cambios en la materia: “No he venido aquí a administrar gélidas estadísticas delictuales”. Es Ministro para aumentar “la potencia de fuego de los cuadros policiales” porque el “tiempo del vandalismo debe terminar” y como un fanático de los buenos westerns pondrá más uniformados en las calles para ponerlos a vigilar y controlar el mapa privilegiado del delito elaborado por su Ministerio: “No queremos más familias desmembradas por causa de muertes absurdas ocasionadas por delincuentes incorregibles” enfatizó Stornelli.
Al nuevo Ministro no le entra el corazón en traje de paloma y trae una nueva mirada de la gestión estatal respecto de la miseria urbana. En efecto, su planteo es que el tratamiento penal de la pobreza obedece a una nueva forma de entender el papel que le cabe al Estado en el manejo de los problemas asociados a la marginalidad y la miseria. Como William Bratton -ex jefe de policía de Nueva York- piensa que la causa del delito son los “incorregibles”, las genéticas irreparables, es el mal comportamiento de los individuos y no la consecuencia de condiciones sociales. En este aspecto, el nuevo “sentido común penal” se plantea políticas públicas de seguridad activas y ultrarrepresivas contra los pobres de hambre y los “pobres de espíritu”: glorificación del Estado Penal.
-II-
El gobierno nacional de Néstor Kirchner y su Ministro de Interior Aníbal Fernández abrieron los caminos culpables: dejó 847 muertos en 54 meses de gestión, es decir, más de 16 jóvenes por mes. Las fuerzas de seguridad nos mataron un pibe cada 40 horas en sus cuatro años y medio de gobierno denuncia CORREPI en su informe 2007. Aunque estas cifras sean inéditas en la historia del dolor en democracia, no está demostrado que alguien haya podido jamás frenar la fascinación del inocente que se acostumbra a la fatalidad y de pronto, imagina la belleza.
-III-Dos mil años después de los milagros, los textos sagrados han recibido mucha lágrima inocente de los ventisqueros. Alguien tendrá que rebelarse, busquemos delirios, quizás estrellas, megaterios, ante esa sentencia irrevocable del neoliberalismo que lleva a la mitad del pueblo hacia la nada, porque nadie está autorizado a liquidar el prodigio de la vida. Lo que no se sabe -aunque ya es hora de ir sabiendo- es quién llevará el desespero, el reclamo, las banderas y quién ha de prender la luna -la que no se deshace en el barro- la que no se encuentra en la basura, sino la que les pertenece a los pibes por derecho propio y que es tan indestructible como un pan del cielo.
www.pelotadetrapo.org.ar
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