GINÓBILI, OBERTO Y HERMANN.
La actuación de la Selección argentina en el torneo Preolímpico de Las Vegas está plagada de interrogantes. Teniendo en cuenta que Emanuel Ginóbili, Fabricio Oberto y Walter Hermann ya confirmaron su ausencia en la cita del mes de agosto, el equipo nacional llegará debilitado. En tiempos en los que el básquet dignifica al deporte argentino, preocupa que las máximas figuras prefieran no integrar el plantel en el torneo que inicia el camino de la defensa del inolvidable título obtenido en Atenas 2004.
En un torneo en el que los favoritos (además de Argentina) son Estados Unidos, Brasil, Canadá y Puerto Rico, nuestro representativo tendrá serias dificultades para mantener la hegemonía continental, en la que se mantiene desde el brillante subcampeonato logrado en Indianápolis, en 2002. Esta situación se agrava si agregamos que “Pepe” Sánchez y Andrés Noción aún no confirmaron su participación.
Sin embargo, hay que considerar que, en América, es muy difícil encontrar selecciones integradas por jugadores de la calidad de Carlos Delfino, Luis Scola, Ruben Wolkowisky, Pablo Prigioni, Gabriel Fernández y Federico Kammerichs, entre varios otros. Quizás se pueda pensar que ante la ausencia de los líderes, falte el “fuego sagrado” necesario para prevalecer en los momentos clave e imponer el enorme prestigio de nuestro básquet. Pero, en ese aspecto, ya estaríamos especulando.
Es difícil que las dificultades mencionadas eviten que Argentina, segunda en el ranking mundial detrás de Estados Unidos, se quede con una de las dos plazas que otorga el certamen para los Juegos Olímpicos de Beiging. Eso si: el camino será muy duro, ya que la lucha se empareja en detrimento de las posibilidades del conjunto nacional.
En un torneo en el que los favoritos (además de Argentina) son Estados Unidos, Brasil, Canadá y Puerto Rico, nuestro representativo tendrá serias dificultades para mantener la hegemonía continental, en la que se mantiene desde el brillante subcampeonato logrado en Indianápolis, en 2002. Esta situación se agrava si agregamos que “Pepe” Sánchez y Andrés Noción aún no confirmaron su participación.
Sin embargo, hay que considerar que, en América, es muy difícil encontrar selecciones integradas por jugadores de la calidad de Carlos Delfino, Luis Scola, Ruben Wolkowisky, Pablo Prigioni, Gabriel Fernández y Federico Kammerichs, entre varios otros. Quizás se pueda pensar que ante la ausencia de los líderes, falte el “fuego sagrado” necesario para prevalecer en los momentos clave e imponer el enorme prestigio de nuestro básquet. Pero, en ese aspecto, ya estaríamos especulando.
Es difícil que las dificultades mencionadas eviten que Argentina, segunda en el ranking mundial detrás de Estados Unidos, se quede con una de las dos plazas que otorga el certamen para los Juegos Olímpicos de Beiging. Eso si: el camino será muy duro, ya que la lucha se empareja en detrimento de las posibilidades del conjunto nacional.
PABLO SPERDUTI
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