Se cumplieron 32 años del Golpe de Estado de 1976
NO PERDAMOS LA MEMORIA (24 de marzo de 1976)
No perder la memoria es conocer nuestra identidad. No olvidar nuestros orígenes significa mantener en alto los valores con los que fuimos educados. No dejar atrás el dolor del pasado es vivir con dignidad, para superarlo, para intentar curar las heridas que nos dejó marcadas. Querer descifrar las razones que llevaron al país al caos más genuino e infernal es comprometerse con la realidad, en la que encontramos huellas y testimonios de la última dictadura en casi todos los ámbitos cotidianos que cobijan el andar y el quehacer de los argentinos.
Muchos inocentes desaparecieron porque si. Muchas vidas se perdieron en una guerra, hasta hoy, inexplicable. Muchos capitales salieron del país, demasiada deuda con el mundo nos dejó a la deriva y a merced de las naciones poderosas y los dólares que adornaban los bolsillos de militares inescrupulosos que avergonzaron a su profesión, dando la espalda a juramentos patrióticos y denigrando al uniforme que vistieron. ¡Cobardes y asesinos! ¡No tienen perdón!Sin embargo, y en sintonía con el dolor de recordar, existe otra realidad. Es aquella en la que muchos dirigentes civiles que sobrevivieron a la dictadura perdonaron a los causantes del desastre genocida que dejó a la Argentina sin ideales, sin recursos naturales propios, sin industrias y sin esperanzas. Lo que es peor: ese perdón les sirvió para perdonarse y quedar tranquilos con SUS conciencias. ¡Cómplices baratos!¡Tranzaron con asesinos!
Aquellos que educamos, en nuestros roles de padres y docentes, no debemos claudicar en la difusión de todo lo malo que pasó entre 1976 y 1983, aunque los jóvenes no logren comprenderlo, y no logren comprendernos. Es nuestro deber y obligación repetir hasta el hartazgo las historias tristes y patéticas que caracterizaron a la Nación en aquellos años aciagos para todos. De eso se trata: de que no perdamos la memoria, para que los males no se repitan en este país, al menos, por una vez en la historia.
TANOPERIODISTA
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