Victoria es una fiesta

PELEARÁ EL TORNEO APERTURA HASTA LA ÚLTIMA FECHA

TIGRE VENCIÓ A BOCAY LO DEJÓ AFUERA DE LA PELEA

Esos hinchas que no pierden la ilusión están gritando en las tribunas. Los colores rojo y azul adornan cada centímetro del estadio. El espectáculo reconforta. Observarlo permite reivindicar al fútbol en su esencia. Esa que une a los simpatizantes con su equipo, que, con armas limpias, se encuentra en una situación inédita para su historia: peleando el campeonato de fútbol de primera divsión. Tigre le acaba de ganar a Boca por 2-1 e iguala momentáneamente a Lanús en el primer puesto de la tabla de posiciones del Torneo Apertura cuando sólo resta una fecha para su finalización. ¿Cómo no descargar tanta alegría?¿Cómo evitar el "revoleo" de las remeras por encima de las cabezas?¿Cómo no fantasear con una vuelta olímpica?¿Cómo no atreverse a gritar "¡Dale Campeón!"? Si, Tigre. Tu inmensa campaña contagia a tus seguidores. Los viejos "Matadores" de Victoria también se lucen en Primera División.

Leandro Lázzaro es un delantero excepcional. Seguramente, uno de los tres mejores del torneo, junto a Germán Denis y José Sand. Antes del partido dicen que ni siquiera podía pisar. Una lesión lo dejaba afuera del momento que soñó durante su corta y promisoria carrera profesional: un partido definitorio en busca del título de campeón frente a Boca. Si, hincha de fútbol. Frente a Boca. Dicen que le rogó a Diego Cagna, hacedor excepcional y sabio estratega del equipo de Victoria, para ingresar como titular. ¡Qué suerte que lo convenció! Después de deambular por el área xeneize durante todo el primer tiempo, apareció en la segunda mitad definiendo el encuentro con un gol y una habilitación para Martín Morel que derivó en la segunda y definitoria conquista de su equipo. Un delantero orgulloso, porque apenas terminado el partido sentenció: "-Ya no me importa lo que haga Lanús. La campaña de este equipo es maravillosa-". Y no fue una opinión cargada de conformismo o resignación. Fue un punto de vista vital para entender que no son los buenos resultados solos los que acompañan a los grandes momentos del fútbol. Lázzaro está orgulloso por el trabajo que realizaron sus compañeros así no salgan campeones, y los simpatizantes de Tigre tienen que estar orgullosos por estos magníficos hombres que, en su primer año en la división máxima del fútbol argentino, sometieron a todos los pronósticos previos y llegaron hasta la última fecha del torneo con posibilidades de ser campeones.

Por estas cosas es lindo el fútbol. La alegría de una ciudad se une a los logros deportivos del cuadro de sus amores. Sin escándalos ni violencia. Porque alcanza con ser agradecido y disfrutar el momento.

TANOPERIODISTA