Tenis: Rafael Nadal se quedó con el Título de Wimbledon

Rafael Nadal superó a Roger Federer en la final de Wimbledon

LA APOTEOSIS DEL DEPORTE

El español Rafael Nadal obtuvo el título en el tradicional Abierto de Inglaterra que se disputa en Wimbledon. Superó en la final al suizo Roger Federer por 6-4, 6-4, 6-7, 6-7 y 9-7, en un sensacional partido que se extendió durante 4 horas y 48 minutos. Fue la final más larga que disputada en la historia del Torneo, 3 er. Grand Slam que se disputa en la temporada.

Aquellos que amamos el deporte no olvidaremos jamás lo que sucedió el 6 de julio de 2008. El mismísimo John McNroe, ex Número 1 del mundo y uno de los mejores tenistas de la historia, señaló: "Fue el mejor partido que vi en mi vida". Justo él, protagonista magnífico de algunas de las batallas más inolvidables disputadas en la catedral del tenis. Rafael Nadal se quedó por primera con el Trofeo que todo tenista desea ganar alguna vez. Y lo hizo nada menos que frente al suizo Roger Federer, el Número 1 del mundo y cinco veces campeón en forma consecutiva sobre el sagrado césped inglés. Además, el triunfo coloca al español cada vez cerca de la cima del ranking, posición que, seguramente, y teniendo en cuenta el nivel de juego que viene exhibiendo en la temporada, ocupará en las próximas semanas.

La victoria del colosal jugador mallorquín fue muy ajustada, y se definió en un quinto set que quedará guardado en la historia del deporte mundial como uno de sus tesoros. Vibrante, pese a que sólo hubo un quiebre de saque, el que, finalmente, definió el duelo. Atractivo, porque los dos jugaron al máximo nivel que pueden rendir, equivocándose muy poco (sobre todo Nadal) y arriesgando todo lo posible en los más momentos decisivos (Federer resolvió dos match points en contra de forma sorprendente, ambos en el tie break del cuarto set: uno fue un passing shot a la carrera de revés, paralelo, con Nadal pegado a la red sobre su la do derecho, que difícilmente se pueda volver a ver; y el otro fue una devolución cruzada, también de revés, tras un saque abierto de su rival, que lo dejó desparramado en la mitad de la cancha). Sorprendente, porque pese a que nos tienen acostumbrados a las grandes hazañas, lograron la perfección durante tramos larguísimos, aportando puntos y jugadas que quedarán guardadas para siempre en las retinas de los que tuvimos el placer de ver el partido. Extraordinario, porque le dio el envión final hacia el Número 1 del mundo a un especialista en polvo de ladrillo frente al más grande exponente actual sobre césped e indiscutido líder del ranking mundial hasta esta final, derrotado en su cancha favorita. Emotiva, porque no dio respiro nunca, pese a las obligadas interrupciones por la lluvia londinense, que no le quitó jamás interés ni ritmo a una batalla irrepetible. Inigualable, porque jugaban la final del torneo más importante del mundo, disputaron 5 sets maravillosos, pusieron de pie a todo el estadio infinidad de veces y provocaron el asombro de todos, los especialistas y los simpatizantes, los ex jugadores y los principiantes.

Es posible que los encuentros que disputan Nadal y Federer sean los eventos deportivos que despiertan la más extraordinaria pasión, excitación y fervor de todo el mundo, más allá de las preferencias por uno o por otro jugador, inevitables y lógicas. Quizás la NBA pueda equiparar el nivel emotivo extremo de esta fabulosa rivalidad, o alguna final olímpica o mundial de 100 metros llanos. Creo que el deporte mundial tiene, en cada match Nadal-Federer, lo mejor para ofrecer. Y los que somos neutrales, a los que nos da lo mismo que gane u otro, disfrutamos y quedamos "empachados" de tenis.

Podríamos hacer un análisis del partido. Se podría decir que Nadal ganó porque Federer nunca pudo encontrarle la vuelta al saque del español, que el mallorquín estableció cifras escalofriantes para una final de Gran Slam a 5 sets, como los apenas 27 errores no forzados que cometió, contra los 57 del suizo, que sólo pudo aprovechar 1 de las 13 oportunidades de quiebre que tuvo, y más argumentos posibles, como que desde el 6-6 del quinto set Nadal controló el juego desde su saque y desde la impotencia del Nº1 del mundo. Pero fue una final en Wimbledon que se definió 9-7 en el quinto set. La historia registrará el resultado, pero los dos deportistas más colosales de la actualidad se ganaron un sitio de lujo en el Olimpo del deporte mundial.

TANOPERIODISTA