Tenis: histórico Roland Garros

Federer se quedó con el Abierto de Francia

Tú eres la historia

El suizo Roger Federer obtuvo por primera vez en su carrera el Abierto de Francia de Roland Garros. Superó en la final al sueco Robin Soderling por 6-1, 7-6 y 6-4. De esta manera, se transformó, junto a Pete Sampras, en el máximo ganador de torneos de Grand Slam, con 14 títulos. Además, es el sexto jugador de la historia que obtiene los cuatro torneos de esa categoría.

Sólo faltó el sol en la tarde de París. El astro rey no asistió a saludar a su par, acaso por envidia, quizás para no opacarse ante la envergadura incomparable del más grande jugador de tenis de todos los tiempos, ese otro rey que hoy ingresó en el Olimpo de los más grandes atletas de la historia al transformarse en el campeón del Abierto de Francia, luego de superar al sueco Robin Soderling, verdugo del español Rafael Nadal en octavos de final, por 6-1, 7-6 y 6-4.

El certamen parisino fue siempre el sueño del N°2 del mundo. Y en esta edición se encontraba ante una oportunidad inmejorable, ya que, sin Nadal en cancha, no iba a tener oposición alguna para cumplirlo. Finalmente, así fue. Y casi un año después de la derrota más dura que sufrió en su carrera (final de Wimbledon ante el actual N°1 del ranking), obtuvo la victoria más esperada por él y por el tenis. El propio Soderling, luego del partido y ante la multitud que llenó el estadio, remarcó que era merecedor de todos estos logros, ya que es el mejor jugador de todos los tiempos.

En la final desplegó el mejor tenis que puede dar, dominando todos los aspectos del juego y evitando que el sueco desplegara esa derecha impresionante que le permitió llegar tan lejos en el torneo.

Sólo la historia será, a partir de este momento, su más serio rival. No sólo es el más grande por los resultados que obtuvo y su juego grandioso, sino también porque es un perseguidor inclaudicable de los objetivos que se propone. Respira tenis. Vive su profesión y disfruta de los logros. Lo demostró ese llanto incontenible que arrancó apenas Soderling estrelló la última pelota del campeonato contra la red. Esas lágrimas que estaban contenidas desde la frustración provocada por la derrota que sufrió en la final de Abierto de Australia ante Nadal. Ahora si será un hombre definitivamente feliz.

Se sacó un gran peso de encima Federer en Roland Garros. Deportivo y emocional. Ya no tiene más límites mientras siga siendo tenista. Esa libertad con la que vivirá para el resto de sus días (curiosamente obtenida en la tierra donde la libertad se consagró con la revolución de 1789) es un anticipo de otros grandes triunfos. Jugará distendido para siempre. Sólo él, contra la historia.

TANOPERIODISTA

Fotos: Clarín.com