Atacan a una ONG contra el hambre

Secuestraron por horas a una colaboradora de la conocida Fundación Pelota de Trapo

Gabriel Di Nicola
LA NACION
El primer mensaje de texto lo recibieron a las 9.41. No dejaba lugar a dudas: "Tu empleada está con nosotros. Se van a dejar de joder". Cuarenta y cinco minutos después, con el segundo, la alarma fue mayor: "Hoy te la dejamos en un hospital. Mañana, no".
Pero sólo a las 14, cuando la colaboradora, asustada y nerviosa, llamó por teléfono, Alberto Morlachetti, creador de la Fundación Pelota de Trapo e impulsor de la campaña nacional "El hambre es un crimen", respiró tranquilo.
Era el noveno atentado que sufría unos de sus "militantes", como él los define. La colaboradora, de nombre Verónica y de unos 35 años, estuvo ayer secuestrada varias horas. Antes de abandonarla y de amenazarla con hacerle algo a sus hijos, los captores la manosearon.
Morlachetti no tiene ninguna duda de que las amenazas, las persecuciones y los atentados, que comenzaron en 2008, tiene una relación directa con su campaña contra el hambre.
"Desconozco quiénes son los autores, pero sin duda con nuestro trabajo hemos tocado algo. Quizás estamos obligando a distribuir de otra manera la riqueza. Tienen que aparecer los responsables", afirmó a LA NACION Morlachetti mientras esperaba que Verónica volviera de la fiscalía donde presentó la denuncia.
Si bien, este año, no habían ocurrido atentados como los ocho secuestros de 2008, Morlachetti y sus colaboradores habían recibido mensajes de texto intimidatorios.
Por ejemplo, el 12 del mes pasado, a las 17.53, la amenaza fue la siguiente: "Pibe, el hambre es un crimen, pero cuando matemos a uno de ustedes se van a dar cuenta de que sí es un crimen... linda tu novia".
Según Morlachetti, todo empeoró después de una nota publicada en LA NACION el 27 del mes pasado. "Desde ese momento, se aumentó la persecución y la vigilancia en las obras de la fundación", agregó. Contó que desde una camioneta Ford EcoSport negra tomaron fotos de los colaboradores y de los hogares.
A Verónica la secuestraron ayer minutos antes de la 9, cuando estaba a una cuadra de una de las obras, Juan Salvador Gaviota, en Uruguay 222, en Avellaneda. La subieron a un automóvil azul y la llevaron a una casa. "Eran tres hombres que actuaron a cara descubierta, la manosearon y se reían", dijo Morlachetti. La abandonaron a una cuadra del hospital Presidente Perón (ex Finochietto).
Morlachetti, coordinador del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo, no piensa bajar los brazos. Tiene un sólo sueño: terminar con el hambre en la Argentina. A los agresores sólo les dice: "Con ternura, los venceremos".

Fuente: La Nación, 8 de julio de 2009